Fundamentación
Muchos de los problemas asociados a la violencia en los establecimientos educaciones, se relacionan a conflictos que surgen en parte dentro de la sala de clases, pero por sobre todo fuera de esta. Gran parte de ello se relaciona con que los estudiantes están aburridos y no juegan o no saben jugar. Según UNICEF, el juego constituye una de las formas más importantes en la que los niños y niñas obtienen conocimientos y competencias esenciales. A través del juego, pueden potenciarse todos los ámbitos del desarrollo, incluidas las competencias motoras, cognitivas y sociales, tales como la imaginación, la curiosidad y la sociabilidad. Mediante el juego, los niños expresan y amplían la interpretación de sus experiencias, generando la sensación de disfrute, motivación, emoción y placer, además del aprendizaje personal y gestión de la frustración, como también el conocimiento de reglas y límites. El juego invita a la participación activa, es iterativo y permite a los niños comunicar ideas, aprender desde la práctica y entender a los demás mediante la interacción social, construyendo un entendimiento más profundo y relaciones más sólidas.